El escritor Jason Allen Paisant trajo consigo un pedazo de Jamaica el pasado 25 de octubre al Centro de Estudiantes del Recinto de Río Piedras para conversar, desde el simposio, sobre su proceso creativo, su historia personal y la conexión con la tierra expresada mediante dos de sus obras, Thinking with trees y The possibility of tenderness.
La presentación, moderada por la literata Loretta Collins Klobah, nos transportó a su hogar, a su abuela y, sobre todo, a elementos que lo formaron como persona y artista afrocaribeño. Jason narró la crianza con su abuela durante sus primeros cinco años de vida y contextualizó sobre la historia del colonialismo y la esclavitud del espacio donde habitaba, mientras comparaba la belleza de las estructuras con todo el sufrimiento histórico detrás de ellas.
Sus cuentos ancestrales me brindaron un recorrido por mi árbol genealógico. Un recuerdo de mis abuelas, bisabuelas, de mis tías, de todas las madres negras de las otras madres negras. Recordé que hay unas figuras maternas que me abrazan y me sostienen, a mí y a ese árbol. Recordé que la conexión ancestral persiste, así como continúan las repercusiones del colonialismo.
Entendí que la belleza afrocaribeña la formaron mis ancestros porque ellos reconfiguran “narrativas de sufrimiento en historias de resistencia”, como dijo el jamaiquino.
Al regresar de mi reencuentro mental con los seres que configuran partes de mí, Allen Paisant expresó el desafío de preservar recuerdos de familiares fallecidos sin herencias físicas.
El literato comentó cómo la pobreza, la carencia de espacio y las condiciones de los mismos impide la conservación de piezas ancestrales como ropa, cartas y fotografías que nos permitan conectar con partes de nuestros antepasados. Aunque, es posible preservar a tus ancestras mediante la escritura y la narración constante. Jason cree que nuestros y nuestras ancestras no están muertas, al contrario, están presentes.
“La última pérdida [de los ancestros] es cuando no dejas una huella, cuando no hablamos de ellos”, reiteró Allen Paisant.
Él mencionó que las fragancias de las hierbas y el té le permiten reconectar con su cultura cuando se encuentra en su actual lugar de residencia, Inglaterra.
También, sugirió hablar con la Tierra como ritual ancestral y de sanación. Ese concepto inventado para llamar lo que somos, lo que nos rodea y lo que nos da vida se aparta de nosotros como seres vivientes al llamarle “naturaleza”, me explicó el caribeño.
Existe una relación con nuestra Tierra que se desconoce, y “debemos considerar las perspectivas desde donde las miramos”, reflexionó.
El escritor nos recomienda que para estudiar y escribir sobre la Tierra deberíamos enfocarnos en cómo nosotros mismos la percibimos y escuchar las historias que no se cuentan de aquellos “que viven de la Tierra y con la Tierra”, pensó Jason. Desde entonces, he aplicado el concepto “Tierra” y he ido descartando lo que me aleja de ella, de mis ancestras y de lo que, inherentemente, es parte de mi ser y del tuyo también.
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